Dos de las lesiones más comunes (y particulares) en las Artes Marciales Mixtas



Para quienes practican o son fanáticos de las MMA, seguramente han oído hablar de las orejas de coliflor o de las infecciones por estafilococo. Se trata de dos de las lesiones que más se repiten en el deporte, aún más que las afecciones musculares.



En noviembre de 2014, durante el combate entre Leslie Smith y Jessica Eye sucedió un hecho que impactó a la prensa y fanáticos de las MMA: el árbitro de la contienda decidió finalizar el combate luego que una de las peleadoras (Smith) presentara una impactante lesión en una de sus orejas. Dicha escena pudo haberse evitado si la combatiente hubiese drenado la herida a tiempo, en vez de seguir en la jaula con esa grotesca inflamación.

“MARCA DE GUERRA”



Según el sitio de la UFC, la “oreja de coliflor” es una deformidad adquirida en el oído externo, por lo general producto de uno o varios golpes. Cuando se lesiona el cartílago por un trauma o una inflamación, el flujo de sangre a la piel se ve perturbado, formándose una bolsa de sangre llamada hematoma. A medida que la lesión cicatriza, la oreja puede arrugarse o doblarse sobre sí misma. Su apariencia y color pálido es similar a la de una coliflor, de allí surge el nombre. Los deportistas de combate son susceptibles a este tipo de lesiones ya que se encuentran continuamente expuestos a los golpes en aquella zona.

Aunque la descripción llega a atemorizar, y más aún las imágenes, muchos practicantes de MMA, jiu jitsu, lucha olímpica y jugadores de Rugby desean tener su primera oreja de coliflor como una especie de bautismo, ya que, a pesar del conocimiento de esta afección, admiten que es una marca con la que, ganarán el respeto de sus pares.

La mejor forma para evitar la deformación de la oreja es utilizar cascos de protección para evitar los golpes directos a esa zona.  Obviamente, en una pelea de MMA no es posible usar protección, por lo que, en caso de formarse el hematoma, éste deberá ser drenado por un especialista para evitar infecciones y la deformidad permanente en la oreja.

A continuación, te dejamos el link de un video grabado por el conocido peleador Mike Swick, quien muestra cómo drena su oreja. Advertimos que este procedimiento debe ser realizado sólo por expertos.

BACTERIAS


La otra lesión constante dentro de la jaula son las infecciones de origen bacterianas, las cuales se pueden contraer por estar expuestos a sudor, sangre, heridas abiertas y paños sucios.

Una vez adquirida estas infecciones por estafilococo, se producen heridas que pueden ser tan profundas que, en ocasiones, dejan expuestos los tejidos y hasta secciones óseas. Incluso, las heridas más graves requieren desbridamiento quirúrgico, esto es, la extracción del tejido dañado.

“En un momento podía ver el hueso de mi cadera. Miraba mi pierna y parecía como uno de esos zombis de la película –The Walking Dead-. Así de mal se veía. Estaba cansado de todo, con ganas de dejar la medicina y si moría, moría”, relató Muhammed Lawal, quien 12 días antes de una pelea debió ser operado en cinco oportunidades por culpa de estas infecciones.



La única solución para prevenir y evitar la propagación de las infecciones de origen bacteriano es mejorar la higiene personal y del gimnasio o sitio de entrenamiento. Algunas medidas que pueden tomarse para mejorar la salubridad general son: limpiar constantemente el tatami luego de cada entrenamiento, utilizar jabones antibacteriales para el aseo personal, cubrir las heridas y abstenerse de pisar el gimnasio ante síntomas o ronchas que puedan estar relacionadas con una infección bacterial.

Recuerda que si practicas Artes Marciales Mixtas debes ser cuidadoso y respetuoso de tu cuerpo y salud. Chequea estos datos y tenlos en cuenta.


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